Santiago Sacatepequez

 En el día de muertos muchos pueblos de América acostumbran reunirse en los cementerios para pasar ese día con sus difuntos. Alrededor de la tumba las familias disponen las cosas que al muerto le gustaban, comida, regalos y dicen que hasta hablan de sus temas preferidos, y cantan sus canciones,en Santiago Sacatepequez  y en Sumpango, dos pueblos del centro de Guatemala, además de hacer todos estos rituales, se remontan barriletes. Noviembre es el mes en el que empiezan los vientos y las lluvias se retiran, por este motivo los indígenas de algunas zonas de Guatemala creyeron que era buena idéa usar los barriletes para poder hacerle llegar mensajes y saludos a sus difuntos, así fué como éste día se fué transformando en el día de los barriletes, claro está que con el tiempo todo se transforma y ahora es más un espectáculo turístico que un ritual familiar. Elegimos estar ese día en Santiago Sacatepequez por que aquí aún se conserva un poco más la tradición, no hay concursos por el mejor barrilete, ni por el mas grande, ni el más bonito, aquí las familias se reunen a comer, hablar y de paso dejan que los muchachos y muchachas, niñas y niños juegen y eleven sus barriletes al cielo, si el viento ayuda los barriletes más grandes harán el espectáculo y los difuntos por un día o dos estarán más cerquita de los suyos.

Hace unos días que andamos medio perdidos. Nos toca cambiar de casa y eso nos lleva mucha energía ya que hay que caminar mucho, hablar más y conseguir poco, pero en unos días la solución llegará y volveré a poner material del viaje. Les dejo un abrazo grande para todos y ...Hasta siempre.

Pana

En el 2009 y luego de haber pasado nuestros primeros 2 meses en México nos fuimos para Guatemala.
Ahí nos esperaban Marcela y Adriano y mis suegros que estaban de visita para pasar un tiempo con nosotros. Llegamos a Panajachel el 24 de Abril del 2009, disfrutamos nuestro tiempo en familia,  y empezamos a conocer este pueblo que además de ser muy lindo tenía la más grande comunidad de argentinos viajeros con la que nos hayamos cruzado... y nos quedamos.... 9 meses.
En esos días fuimos aprendiendo a conocer, otra vez, como es la vida de un pueblo, conocer a su gente, sus lugares, y a entender porqué muchos viajeros habían decidido quedarse a vivir y tener a sus hijos allí
Pasamos muchos asados, algunos cumpleaños, muy pocas tristezas y mucha, mucha vida, de la buena de esa que uno quiere vivir y en Pana se puede.
Les dejo algunas fotos de aquellos días y en otro momento escribo un poco más

Gratitud

Les doy gracias a todos, primero por responder siempre que mando un mail y ahora con este nuevo juguetito que rápidamente demuestra su poder. Agradecer es algo a lo que estoy acostumbrado ya que los amigos siempre están cerca y a pesar de que la unión es virtual siempre agradezco que ahí estén.
Los que por ahora me aparecen como seguidores que son 8, Gracias!!! por seguir y seguirme, son los primeros y espero que se sigan sumando, me siento acompañado y no dejaré que decaiga.

El camino

Humahuaca fué nuestro aprendisaje, allí empezamos Adriano y yo sacando fotos a Hoteles y Restaurantes, a veces por dinero otras por algún canje, Mari y Marce le ponian ganas a las artesanías y los cuatro le dabamos para adelante buscando y rebuscando como vivir. Hoy hace de ésto 5 años y poco, los cuatro  estamos en México, Marce y Adri en Mazunte una playa de la costa Oaxaqueña y nosotros en Xalapa una ciudad del estado de Veracruz . Hemos cruzado más de la mitad del continente americano, por delante nos queda mucho para recorrer, lo caminado hasta hoy será lo que irán viendo en ésta página, les voy a ir contando un poco mezcladito el antes y el ahora, muchas fotos y algunas de mis manias que son las que me llevo a todos lados.

La foto que comparto hoy es de hace muchos años, la comparto porque quiero mucho a esa foto y a esas madres.

Humahuaca

 Compartir las fiestas con los lugareños es la mejor forma de conocer cualquier lugar donde uno se encuentre. Allí están todos y cada uno, sin caretas tal como son, y nosotros también, con las caras blanqueadas por la harina nos disponíamos a empezar a conocer y conocernos. 

Las primeras artesanías, un poco de macramé, algo de tejido al crochet, las adorables cholitas y un pañito chiquito que nos animaba a pensar que sí se podía viajar y trabajar.

La banda artesana de Humahuaca, los primeros compas, los primeros consejos, y los primeros amigos del viaje

Los sueños

Recorrer Latinoamérica con la mochila al hombro era una de mis sueños desde la adolescencia. La vida que fuí eligiendo y viviendo hizo que muchos de esos sueños quedaran en el olvido o se cumplieran a su debido momento. Ese momento llegó en los primeros meses del 2006 cuando luego de meses de decidir si sí o si no, nos calzamos las mochilas y nos largamos al camino.
Empezando por el norte argentino justo para los carnavales en la quebrada de Humahuaca, el viaje empezó a tomar color y forma.
Los dos primeros meses en Jujuy pasaron lentamente, como si alargáramos el cruce fronterizo para poder despedirnos de alguna manera de nuestra tierra. La premisa era viajar y trabajar, en nuestras mochilas llevabamos lo necesario como para hacer artesanías, fotografía, diseño gráfico y ayuda escolar. En Buenos Aires dejabamos familia, trabajo, morada y amigos.
Cuando comenzamos el recorrido eramos 4, Mariana, mi pareja y compañera, Marcela hermana de Mariana su novio Adriano y yo, los cuatro teniamos trabajo y la peleabamos día a día.
Mariana como diseñadora gráfica, Adriano como editor, Marcela economista y yo que me la pasaba trabajando de muchas cosas y cada vez menos de reportero gráfico, nos cargamos de muchas ganas, pocas certezas y nos aventuramos en la loca idéa de llevar adelante nuestro sueño.